Hasta ahora ignoraba a mi compañero,
si no compartíamos la misma creencia.
Pero ahora mi corazón es capaz de ser cualquier cosa:
pradera para las gacelas, claustro para los monjes.
Templo para los ídolos, Ka’aba para los peregrinos,
Tabla de la Torah y Libro Santo del Corán.
Sólo el amor es mi religión.
Para donde quiera que cabalgue
el amor es mi religión y mi fe.
No hay comentarios:
Publicar un comentario